Los Cincinnati Bengals han puesto fin a meses de especulaciones al cerrar dos acuerdos históricos que mantendrán intacto su temible tridente ofensivo. Ja’Marr Chase y Tee Higgins, pilares del ataque junto al quarterback Joe Burrow, firmaron extensiones millonarias que los consolidan como los receptores mejor pagados de la franquicia. Un movimiento estratégico que busca convertir al equipo en candidato firme al Super Bowl en 2025.
Chase: Un contrato que marca época
Ja’Marr Chase, de 25 años, se convirtió en el receptor no quarterback mejor pagado de la historia de la NFL con una extensión de cuatro años por 161 millones, incluyendo 75 millones garantizados. El acuerdo recompensa una trayectoria meteórica: en solo tres temporadas, Chase ha dominado la liga con 5,425 yardas aéreas, 46 touchdowns y 395 recepciones. Su hazaña más memorable llegó en 2024 al lograr la Triple Corona: lideró la NFL en recepciones (127), yardas (1,708) y anotaciones (17).
Higgins: La pieza complementaria perfecta
No menos crucial es la renovación de Tee Higgins (26 años), quien firmó por $115 millones en cuatro años. Desde su llegada en 2020, el receptor ha sido el complemento ideal para Chase, acumulando 4,595 yardas, 34 touchdowns y 330 recepciones. En 2024, pese a compartir protagonismo, registró 900 yardas y 10 anotaciones.
Burrow: El arquitecto de un sueño
Con ambos receptores asegurados, Joe Burrow respira aliviado. El quarterback, quien en 2023 firmó un megacontrato de $275 millones, había presionado públicamente a la directiva para retener a sus armas principales. La tríada Burrow-Chase-Higgins ya ha dejado huella: tres apariciones en playoffs consecutivas y un Super Bowl LVI disputado.
Estas renovaciones envían un mensaje a la NFL: Cincinnati apuesta todo a corto plazo. Con el 85% de su ofensiva titular bajo contrato hasta 2028, los Bengals priorizan la continuidad sobre experimentos.
Los desafíos no son menores. La división AFC North sigue siendo una de las más competitivas, con rivales como Baltimore y Pittsburgh reforzándose agresivamente. Sin embargo, como señaló el dueño Mike Brown: “Cuando tienes talento de élite, juegas para ganarlo todo”.
Con Burrow recuperado de sus lesiones y dos receptores en su prime, Cincinnati no solo sueña con volver al Super Bowl: quiere inaugurar una dinastía. La cuenta regresiva para 2025 ya comenzó.
