En el vibrante mundo de la lucha libre mexicana, integrar las filas de las dos grandes empresas, CMLL y AAA, es un logro reservado para unos pocos. Este es el caso de Kira, una luchadora que ha visto su carrera transformarse a lo largo de los años. Comenzando como Centella y luego como Andrómeda en la “Caravana Estelar”, hoy Kira se siente en casa en el Consejo Mundial de Lucha Libre.
Un cambio con corazón y determinación
Desde sus inicios, Kira siempre soñó con ser parte de las Amazonas del CMLL, a quienes considera la cúspide del profesionalismo en este deporte. Durante sus álbores en AAA, a pesar de ganar visibilidad en diferentes escenarios, su corazón la llevó a buscar nuevas oportunidades.
Kira dejó claro que su transición a CMLL fue una decisión deliberada: “Creo que no me equivoqué. No es que me haya equivocado al decidir irme; este es mi lugar. Aquí es donde realmente puedo brillar y lo estoy demostrando”.
Es cierto que hubo interés por parte de los directivos de CMLL, pero Kira enfatizó que no hubo presión alguna para hacer este cambio. La decisión de debutar en la Coliseo de Guadalajara fue completamente suya, un reflejo de su determinación y su deseo profundo por pertenecer a ese entorno. “Siempre he dicho que mi estilo es cien por ciento del Consejo Mundial de Lucha Libre. Me encanta todo tipo de lucha: llaveo, contra llaveo, aéreo, rudo, técnico… aquí encajo perfectamente”, aseguró con convicción.
¿Como convertir una aparente desventaja en fortaleza?
Su carrera ha tenido sus desafíos, especialmente en cuanto a su físico. Cuando comenzó, Kira solía ver su corta estatura y bajo tonelaje como una desventaja. Sin embargo, aprendió a apreciar lo que antes consideraba un obstáculo. “Al principio, pensaba que ser pequeña era un impedimento. Pero ahora, he demostrado que esta estatura me ha logrado sorprender y conectar con la gente. Amo mi 1.50 de estatura y todo lo que soy”, reflexionó con una sonrisa de satisfacción.
La influencia de Rey Mysterio ha sido fundamental en su vida. Desde niña, Kira, impulsada por su hermano mayor y su amor por la WWE, encontró en Rey un ídolo al cual aspirar. “Me encantaba lo que él hacía. Recuerdo que a los 9 años, mi papá me llevó a entrenar lucha libre y le dije a mi profesor: ‘¡Yo quiero saltar como él!’”, compartió, con el brillo de la nostalgia en sus ojos.
¿Influyo la protección incondicional de su padre en un mundo desafiante?
Finalmente, Kira no olvidó rendir homenaje a su padre, quien ha sido su protector y guía a lo largo de su carrera. En un ambiente que puede ser complicado y hostil, su papá siempre estuvo presente para asegurar su seguridad, una pareja inquebrantable contra el lado oscuro de la lucha.
“El mundo puede ser cruel, te encuentras con personas difíciles, pero gracias a mi papá nunca estuve sola con promotores o compañeros que pudieran hacerme daño. Aprendí a darme a respetar”, concluyó, reafirmando su compromiso tanto con su profesión como con su bienestar.
Esta calidez y autenticidad en su relato permiten que quienes la siguen se sientan identificados con su viaje, recordando que cada paso, cada decisión, es un ladrillo en la construcción de su sueño.