Con una brillante sonrisa y una emoción palpable, Fanie Furlong se encuentra en el corazón del diamante del Estadio Alfredo Harp Helú, hogar de los Diablos Rojos de México. Este emblemático lugar, que hoy resuena con su voz, se ha convertido en un escenario inesperado para la vida de Fanie, cuya historia se entrelaza profundamente con el béisbol, un deporte que la marcó desde su infancia.
Furlong recuerda con nitidez el instante en el que su amor por el béisbol comenzó a florecer. A pesar de haber nacido en una familia en la que los deportes no eran una actividad diaria, su destino cambió a los 12 años. Durante una salida con su grupo de scouts, fueron invitados a un partido en el Foro Sol. Ese primer encuentro fue determinante y, a partir de entonces, cada semana recibía nuevas invitaciones para asistir a otros juegos. La cercanía de su hogar y el deseo de socializar la impulsaron a aceptar cada oportunidad, dando inicio a un vínculo inquebrantable con el deporte.
Un Giro Inesperado en su Carrera
El trayecto de Fanie hacia convertirse en la voz femenina de los Diablos Rojos estuvo lleno de sorpresas y casualidades. En una conversación exclusiva, reveló que su oportunidad llegó de manera inesperada. Mientras buscaba un lugar para realizar su servicio social como diseñadora gráfica, se topó con un archivo histórico relacionado con el béisbol en el Fray Nano, sin saber que se trataba de un archivo de gran relevancia. Este golpe de suerte la llevó a pasar seis meses en ese entorno, y tras la inauguración del Estadio Alfredo Harp Helú, le ofrecieron un puesto en la cabina.
La Decisión de Ser la Voz Oficial
Mientras recorría su camino profesional, surgió una necesidad en el estadio: la cabina requería una voz femenina, ya que llevaba un tiempo sin representación. Fue entonces cuando su jefe le preguntó directamente si deseaba asumir el rol de voz oficial. Sin pensarlo dos veces, Fanie aceptó el desafío, embarcándose en una misión que la convertiría en una figura icónica en un ámbito tradicionalmente dominado por hombres.
El camino hacia su posición no estuvo exento de desafíos. La joven reconoce que, al llegar en 2018, el ambiente en el béisbol era predominantemente masculino. Sin embargo, la inclusión ha cambiado notablemente la dinámica en los últimos años. Según Fanie, en sus inicios había apenas unas diez o quince mujeres en este medio, pero con el tiempo se ha fomentado una cultura que empodera y demuestra que “nosotros también podemos hacerlo.”
Inspiración y Reconocimiento
Más allá de las cifras, Fanie Furlong se ha transformado en un referente para las jóvenes. Durante un evento reciente, una niña se acercó a ella para preguntarle: “¿Puedo anunciar como tú?” Este gesto conmovió a Fanie, quien manifestó su alegría por ver que su trabajo inspira a otros. La acogida de la afición ha sido notable. Aunque al principio decidió mantener en secreto su rol como voz del equipo, en esta temporada se ha abierto más y ha recibido el reconocimiento del público en eventos como firmas de autógrafos, donde muchos la han reconocido y felicitado por su labor.
Para Fanie, el béisbol representa mucho más que un simple juego; es un espacio donde se forja una comunidad unida. Destaca que en el béisbol los fanáticos no son adversarios, sino personas que comparten amistades y conexiones genuinas. La sensación de seguridad que se experimenta en el estadio es, para ella, invaluable, permitiéndole disfrutar del juego sin preocupaciones y celebrarlo en un ambiente lleno de camaradería.
Orgullo y Responsabilidad en Cada Palabra
Ser la voz de los Diablos Rojos, un equipo emblemático en la Liga Mexicana de Béisbol, es un honor que Fanie asume con orgullo y responsabilidad. Cada día en el Estadio Alfredo Harp Helú es un recordatorio de que su realidad es el sueño de otros. Su labor va más allá de la simple narración de un juego; es una inspiración para quienes sueñan con dejar una huella en el mundo del deporte.
“Decir ‘Soy la voz del Estadio Alfredo Harp Helú’ es una responsabilidad que llevo con orgullo”, concluye Fanie, subrayando la importancia y el impacto de su rol en la comunidad deportiva.
