Que nadie despierte a los Diablos Rojos de México del sueño que están viviendo. En solo unos meses, esta emblemática escuadra ha pasado de romper una sequía de 10 años sin ganar la Liga Mexicana de Beisbol a consagrarse como campeones continentales. Este impresionante ascenso culminó el pasado domingo, cuando lograron vencer a los Leñadores de La Tuna de Cuba por un contundente 1-6 en la primera edición oficial de la Beisbol Champions League Américas, celebrada en el Estadio Alfredo Harp Helú, un hogar que resuena con la pasión de su afición.
¡Que nadie despierte a los Diablos!
Los Diablos Rojos asumieron la responsabilidad de representar a México y la Liga Mexicana de Beisbol en un torneo que promete convertirse en una puerta de entrada a un Mundial de Clubes internacional, similar a lo que se vive en otras disciplinas como el fútbol.
Desde el primer encuentro, los escarlatas dejaron patente su determinación de conquistar cada título que se les presente, bajo la dirección de Lorenzo Bundy, jugando con una confianza y un fervor que les permitió salir invictos.
De campeones nacionales… a reyes continentales
La afición, siempre leal y ferviente, copó las gradas del estadio, creando un ambiente electrizante que empoderó a los jugadores. Robinson Canó, uno de los destacados del encuentro, se erigió como una figura clave al conectar un espectacular home run en su primera aparición al bate, abriendo así el camino hacia la victoria.
No sería el único en celebrar: José Rondón rápidamente se unió a la fiesta con otro cuadrangular, encendiendo los ánimos y contagiando a los asistentes del Estadio Alfredo Harp Helú.
¡Nuevos horizontes y marcador cerrado!
Desde la loma, José Luis Bravo brindó una actuación magistral, manteniendo a raya a los rivales durante 4.0 entradas, sin conceder bases por bolas y con cinco ponches en su haber. La respuesta de los Leñadores llegó tardía, apenas en la quinta entrada, cuando Yoennis Guibert logró cruzar el plato, pero los esfuerzos de los cubanos resultaron insuficientes.
Los relevistas de los Diablos, incluyendo al mencionado “Emperador” Anraku, supieron controlar el juego, llevando la ventaja del equipo mexicano a nuevos horizontes con sencillos productores de José Marmolejos y Arístides Aquino, cerrando el marcador en 1-6 con Luis Liberato también contribuyendo a la ofensiva.
De campeones nacionales… a reyes continentales
Una vez concluido el partido, los Diablos Rojos levantaron no solo un trofeo más en su historia, sino que también se consagraron como el primer campeón continental de la Beisbol Champions League, un título que será recordado por la afición y jugadores por igual.
Las emociones estaban a flor de piel, y el reconocimiento no solo fue para los campeones, sino para todos los equipos que participaron en un torneo que celebra la diversidad y la competitividad del béisbol en América.
Robinson Canó, figura central de este equipo, compartía su visión sobre el éxito tras el partido. “Todo se logra con trabajo y unidad”, expresó. “Desde la oficina, los dueños, hasta cada playero, hemos trabajado juntos. Siempre que salimos al campo, es para dar lo mejor y eso es lo que hemos hecho”.
Esta mentalidad de compromiso refleja la cultura del equipo y la historia que han comenzado a tejer en el béisbol mexicano.
¡BRILLANTE EL JUEGO!
A pesar de los rumores que circulaban sobre la falta de interés de algunos jugadores en participar en este nuevo torneo, Canó dejó claro su deseo de competir y ganar cualquier título que se presente ante él. “Si voy a jugar, es para dar lo mejor a los fanáticos. Ellos se lo merecen y más”, comentó, mientras que elogiaba la calidad de la competencia de equipos provenientes de Cuba, Nicaragua y Puerto Rico.
El triunfo en este torneo representa no solo un paso hacia la consolidación del equipo en la escena internacional, sino también una emocionante prueba preámbulo para la defensa del campeonato en la Liga Mexicana de Beisbol, que en este 2025 será aún más significativo, al celebrarse los 100 años de la organización.
“Siempre que pueda, me gusta ganar”, comentó Canó, reiterando su compromiso y el valor que este título trae al legado de los Diablos Rojos. “Cada trofeo cuenta y este es uno más para la colección”.
La historia de los Diablos se sigue escribiendo con letras doradas.
Los Diablos Rojos continúan escribiendo su historia en el béisbol mexicano, un relato de perseverancia, pasión y éxito que resuena en cada rincón del país. La afición espera con ansias lo que vendrá, pero por ahora, el equipo vive un sueño que, esperemos, continúe por mucho más tiempo en sus corazones y en los del público que siempre los acompaña.
